BMCR 2021.06.29

Poesía arcaica griega (siglos VII-V a.C.)

, , , Poesía arcaica griega (siglos VII-V a.C.). Bibliotheca scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana. Mexico City: Universidad Nacional Autónoma de México, 2018. Pp. dxl, 21. ISBN 9786073002035.

En la prestigiosa colección Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana se publica este volumen que recoge 37 fragmentos de “poesía parenética”, de Calino, Tirteo, Arquíloco, Mimnermo, Alceo, Solón y Simónides. El libro se compone de un extensísimo “Estudio preliminar”, el texto griego y su traducción al español, un amplio comentario, y completos índices de pasajes citados y nombres propios. El objetivo principal del volumen es “elaborar un material de trabajo para que los estudiantes de Letras Clásicas, los especialistas y los interesados se acerquen al estudio de la poesía arcaica griega, es decir, a la lectura en griego de los fragmentos, a los principales problemas de transmisión textual, a las cuestiones centrales de exégesis e interpretación, al contexto socio-cultural en que se produjeron y representaron”  (p.xii).

El “Estudio preliminar” ocupa casi la mitad del volumen (pp.xxi-cclxi) y ofrece una panorámica general de la lírica griega arcaica y una introducción a los autores y fragmentos seleccionados. La información se presenta de manera clara y bien organizada y desarrollada, y se basa en un excelente conocimiento de la amplísima bibliografía que han generado los muchos temas tratados, sin grandes aportaciones novedosas (no es ese el propósito del libro). Berruecos estudia las características de la comunicación poética en la Grecia arcaica y los rasgos formales y de contenido que caracterizan el género elegiaco (no así el yámbico, muy poco representado en este primer volumen). Dedica también un largo apartado a introducir, de manera conveniente, documentada y con gran acopio de datos, la figura de cada uno de los poetas, permitiendo al lector hacerse una buena idea de los autores, su tiempo, su obra y las circunstancias de la transmisión. El “Estudio preliminar” se cierra con introducciones a los fragmentos recogidos, que son ubicados en su contexto histórico y de representación y descritas sus características formales y de contenido, así como las circunstancias de su transmisión.

El “Estudio preliminar” incluye también un largo capítulo (pp.lv-lxxxiv) dedicado a definir la parénesis arcaica y exponer sus rasgos distintivos, con el objetivo de precisar los criterios en que se ha basado la selección de los fragmentos. Los orígenes, propósitos y características de la “poesía parenética” (sobre todo la parénesis bélica épica) se describen con gran detalle, quizá demasiado ampliamente en comparación con la concisa esencialidad con la que han sido tratados otros aspectos fundamentales. Este apartado ocupa 30 de las casi 60 páginas destinadas a exponer una panorámica general de la lírica arcaica.

La segunda mitad del volumen está dedicada al texto griego, la traducción y el comentario de los fragmentos. El texto griego se presenta sin aparato crítico y acompañado de su traducción al español, con algunas notas que sobre todo explican antropónimos y topónimos. El comentario, sin pretender ser exhaustivo, es muy completo en los aspectos que el autor ha considerado más importantes para el público al que va dirigido el libro. Berruecos expone de manera adecuada y bien argumentada cuestiones estilísticas y gramaticales (morfología, fonética, sintaxis, rasgos dialectales, léxico, fraseología homérica), aspectos relativos al contenido y estructura compositiva, problemas textuales y de interpretación, cuestiones históricas y de realia, la ubicación de los fragmentos dentro de la tradición literaria griega, etc. En suma, un comentario muy completo y útil.

Las traducciones al español -declara el autor- no tienen pretensiones poéticas, sino que se conciben como un instrumento que permita al lector hacerse una idea de lo que dice el texto griego. No obstante, Berruecos se ha esforzado, con éxito, por ofrecer versiones precisas y ajustadas al texto original. Señalo unos pocos casos en los que la traducción podría haber sido más precisa o correcta:

– Calino 1.2-3 (p.1): se traduce “¿acaso no se avergüenzan…por ser así de negligentes?”; más precisamente: “¿ni siquiera se avergüenzan…por ser tan en exceso negligentes?”.

1.5: ἀκοντίζω es traducido “arrojar una flecha”, pero, más acertadamente, en 1.14 la palabra ἀκόντων es traducida “dardos” y en Tirteo fr.11.37 ἀκοντίζω “arrojar dardos”.

1.18: κρατερόφρονος se traduce “osado”; mejor “de espíritu fuerte”, más literal y además refleja mejor que es un compuesto poético no especialmente frecuente.

– Tirteo 10.1 (p.3): “pues es bello que muera”; τεθνάμεναι es infinitivo de perfecto: “pues es bello que esté muerto”.

10.14: “sin escatimar nuestras vidas”; mejor “sin escatimar ya (μηκέτι) nuestras vidas”.

10.30: “bello es que caiga en el frente de batalla”; más precisamente “(el guerrero joven) es hermoso cuando ha caído entre los soldados de vanguardia”.

11.4 (p.4): “que cada hombre en el frente de batalla tenga recto su escudo”; más correctamente “que cada hombre vaya derecho hacia los soldados de vanguardia sosteniendo su escudo”.

4.9 (p.17): “y que no resuelvan…y así acompañarán…”; mejor “y que no resuelvan…y acompañen…”.

5.7 (p.17): “sus opulentos trabajos”; mejor “sus opulentos campos de labor” (en pp.ccclxx-ccclxxi Berruecos interpreta πίονα ἔργα como “fértiles campos”).

4.5 (p.ccclviiι): ἔπειτα no introduce “una oración subordinada temporal”; es un adverbio, como refleja la traducción “y que luego…” (p.17).

– Arquíloco 122.1-2 (p.cix): ἀπώμοτον no significa “imposible”, sino “rechazable mediante juramento, que no se puede jurar que no vaya a ocurrir”;  ἐπειδή aquí no tiene valor causal, sino temporal.

114.1 (p.ccxcv): διαπλίσσομαι no “describe la acción de trotar con las piernas juntas”, sino lo contrario, “caminar con las piernas separadas” (“stand or walk with the legs apart”, LSJ; “marchar o mantenerse con las piernas abiertas”, DGE; “a zancadas camina”, Suárez y García Romero).

– Alceo 326.13-14 (p.21): no se ha traducido μόνον, palabra importante: “esto es lo único que podría salvarme”.

– Propercio 1.9.11 (p.cxxxi): plus in amore ualet Mimnermi versus Homero no significa “en amor los versos de Mimnermo se imponen a Homero”, sino “en amor tiene más fuerza un verso de Mimnermo que Homero”.

A propósito del comentario hacemos las siguientes mínimas observaciones:

– Para los fragmentos de Sófocles se sigue la edición de Radt, pero para los de Eurípides se recurre a la venerable edición de Nauck (pp.cccvi, ccclxvi). Sería preferible citar por Kannicht o Jouan-van Looy. Lo mismo cabe decir para los fragmentos cómicos, que son citados por Kock (p.ccclxxiv) y no por Kassel-Austin.

– P.ccclxxxvi: se habla de “genitivo dórico” en lugar de “genitivo eólico”.

– P.cxxvi (n.102): el autor incluye la Lide de Antímaco entre los “poemas helenísticos” que tenían por título el nombre de una mujer; pero Antímaco pertenece cronológicamente a la época clásica, aunque anticipa la poesía helenística.

El aspecto más original (y más discutible) de la antología es el criterio seguido para la selección de los fragmentos. Berruecos, contra lo habitual, no agrupa los textos por autores ni por subgéneros ni atendiendo a la estructura métrica, sino siguiendo un criterio “pragmático y temático” (pp.ix-x): en este primer volumen se recogen fragmentos de carácter parenético (subdivididos en: parénesis guerrera, remembranza heroica y epigrama sepulcral, y parénesis política), a los cuales se sumarán en volúmenes sucesivos fragmentos de carácter descriptivo y reflexivo y poesía ritual. A mi juicio, el criterio elegido plantea algunos problemas:

1) ¿El hecho de ser “poesía parenética” tiene por sí mismo entidad suficiente y es un rasgo distintivo tan notorio como para justificar esta distribución? Y aún más: ¿la organización elegida para el conjunto de la obra permite ofrecer un panorama de la lírica griega arcaica mejor, más completo y más adecuado que el que proporciona la tradicional distribución por autores o subgéneros?

2) En muchos casos la adscripción de un fragmento a la categoría de “poesía parenética” es problemática y, además, en muchos casos un mismo fragmento puede ubicarse bajo dos categorías clasificatorias (puede ser, por ejemplo, poesía reflexiva y poesía parenética al mismo tiempo).

Veamos: En el apartado correspondiente del “Estudio preliminar”, el autor define el concepto de parénesis (forma poética de exhortación y consejo o instrucción) y señala sus rasgos formales distintivos: presencia de vocativos e interjecciones como ἀλλά o ἄνα; uso de imperativos o subjuntivos exhortativos; cierre mediante una cláusula en tiempo futuro, que puede ir acompañada por una oración condicional; posibilidad de que la parénesis concluya un relato o descripción. Pero en muchos de los fragmentos recogidos en el volumen no es posible apreciar ninguno de esos rasgos formales o de contenido que caracterizan una parénesis. Por ejemplo, el fr.13 de Tirteo (p.8) se compone de un único hexámetro que dice “con el corazón de un ardiente león en el pecho”; el fr.9 de Mimnermo (p.10) está compuesto por tres dísticos de carácter narrativo, sin ningún rasgo parenético; del fr.14 de Mimnermo el propio Berruecos dice (p.ccii) que “no se encuentra en los dísticos ninguna exhortación explícita, pero puede colegirse del tono general del fragmento una coloración parenética”. Efectivamente, en el volumen se recogen no sólo “aquellos poemas en los que se formulan explícitamente exhortaciones”, sino también “aquellos en los que se puede colegir, a partir del tono general de los fragmentos, una parénesis implícita que se encuentra insinuada dentro de un texto de naturaleza narrativa o que se puede colegir dentro de la entonación asertiva del poeta” (p.lxxv). Eso conlleva, naturalmente, el problema de que la consideración de un fragmento como “parenético” es en muchos casos meramente conjetural (aunque la conjetura pueda estar bien fundamentada). A los ejemplos citados pueden añadirse otros fragmentos seleccionados como “poesía parenética” en cuyo texto no es posible apreciar rasgos parenéticos explícitos: Arquíloco fr.3 y 5 ; Alceo fr.326 y 348; Calino fr.3 y 4 ; Tirteo fr.2.12-15, 5 y 6-7; Mimnermo fr.13a y 14, etc.

El hecho de que bajo el epígrafe “poesía parenética” se incluyan fragmentos que sólo conjeturalmente tienen carácter parenético conlleva un segundo problema: la existencia de otros fragmentos no recogidos en el libro para los cuales se ha conjeturado igualmente un carácter parenético. Por ejemplo, el fr.2 West de Mimnermo contiene una lamentación sobre los males que aguardan a los hombres cuando pasa la juventud y llega la vejez. Se ha apuntado la posibilidad, que creo verosímil, de que a la parte conservada siguiera una exhortación a disfrutar de los placeres de la vida antes de que llegue la vejez, de manera que sería también “poesía parenética”, en concreto de un subtipo que podríamos llamar “reflexiones sobre la condición humana”; a ese grupo también podrían pertenecer, por ejemplo, los fr.13 y 128 West de Arquíloco o el fr. 521 PMG de Simónides. No sé si esos fragmentos serán recogidos en el futuro volumen que incluirá la “poesía reflexiva”, pero son también “poesía parenética” y de hecho presentan los rasgos formales que Berruecos considera típicos de la parénesis: por ejemplo, en el fr.128 de Arquíloco encontramos vocativos (θυμέ), interjecciones exhortativas (ἄνα) e imperativos (ἀλέξεo, ἀγάλλεο, ὀδύρεο, χαῖρε, ἀσχάλα, γίνωσκε).

Tampoco entiendo bien por qué de la Elegía de Platea de Simónides únicamente se han seleccionado los fr.15-16, que no presentan ningún rasgo parenético, y en cambio no se ha incluido el largo fr.11, que es de carácter narrativo, sí, pero en otros casos se han incluido fragmentos narrativos que conjeturalmente formaban parte de poemas de tono parenético (como el fr.9 de Mimnermo antes citado).

El caso del fr.177 de Arquíloco ofrece otro ejemplo de los problemas que presenta el criterio elegido para distribuir los fragmentos: de los diez fragmentos adscritos al poema que contiene la fábula del águila y la zorra, sólo se recoge el 177, de manera que el lector difícilmente puede hacerse una idea adecuada de un poema que -señala Berruecos- constituye “el único caso…en el que es posible reconstruir la estructura general de un poema completo de Arquíloco” (p.ccxxviii).

En todo caso, Berruecos ofrece una excelente introducción a la lírica griega arcaica y una antología (muy cuidada formalmente) de fragmentos muy bien comentados. El autor sin duda ha conseguido los propósitos que perseguía.